jueves, 14 de enero de 2010



Sobre el directo de SCUD HERO.
J. C. en ZM

Scud Hero sigue madurando su espectáculo sin darle un descanso al aburrimiento. Su sorprendente creatividad hace de catalizador, de timón y de dinamita. Cada día más coherente, más ordenado, lentamente se dirige a la consagración pero sobre todo, a un estado de comunicación perfecto con el público. La música sigue ahí, bailable, fascinante, diferente y atrevida, hace tiempo, pero faltaba pulir el envoltorio, una línea argumental que tuviera sentido, que explicara su visión irónica, sus filias, su sentido del teatro y su profundo deseo de renovar. Creo que el momento más significativo de esa auto-proclamación es cuando elimina a toda su banda con una pistola láser de juguete, y después se descerraja un tiro en la sien que, por supuesto, no le mata. Al comienzo del siguiente tema los resucita con un foco y el show continúa. Así asume, y nos lo deja claro, que todo lo que hemos visto, lo que veremos, está escondido en los rincones de SU brillante cabeza, y que falta poco (esto ya es cosa mía) para que se convierta en alguien indispensable, cuya ausencia será algún día tan apocalíptica como su puesta en escena. Sólo que, entonces no estará para arrancarnos una carcajada a propósito del momento. Y será peor que morir.


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